Culto a Dios
No te ocupes de rendir culto a las
instituciones religiosas, ni a los ritos, ni a los dogmas, ni siquiera a los
líderes de las distintas comunidades como fuente de una verdad muy sutil. Hacer
esto es colocar intermediarios entre tu alma y lo divino, convirtiéndote en un
mendigo que busca fuera un tesoro que lleva escondido en su propio corazón.
Si
quieres rendir verdadero culto a Dios, descúbrelo primero en ti, luego en los
demás, y después en todas partes... hasta que comprendas que no hay lugar donde
deje de estar. Entonces tu rezo tendrá sentido. Si no, todo lo que harás será
echarte sobre una alfombra o dar vueltas en torno a un edificio vacío.



Comentarios
Publicar un comentario