El suelo del interior del
viejo roble era una alfombra tejida por todos los sueños, adivinaciones, deseos
y esperanzas de la Tierra. Todas las cosas que vivieron y vivirán más allá de
las raíces de los árboles y de los hombres. Todo lo que está más allá del
olvido y del tiempo
Ana María Matute
Comentarios
Publicar un comentario