Una pompa de jabón
Recuerda, hijo mío, que todo lo que llega hasta tus manos es
tan efímero como una pompa de jabón. Si cierras la mano, explota. Y si la dejas
abierta, también. ¿A qué, por tanto, podrías aferrarte? ¿Qué podrías poseer que
durase para siempre si incluso nuestra propia existencia es una pompa de jabón
en las manos del Destino?
Comentarios
Publicar un comentario