Salvar el hogar común
Hace falta coraje para
fiarse del prójimo, pero, si tejemos esa red de cordialidad, será más fácil
convertir las bromas en guiños de sana ironía y las crisis en lazos de ayuda
mutua. Ante una calamidad colectiva, necesitamos ver en los demás rostros, no
bandos; contemplarnos unos a otros como un nosotros
Si queremos salvar el
hogar común –la “oikonomia”, el cuidado de la casa- sin dejar a nadie en la
cuneta, necesitamos la valentía de construir una comunidad escuchando y
fiándonos también de aquellos que no comparten nuestras ideas
Irene Vallejo
Comentarios
Publicar un comentario