Tranquila, quiero agradecer a mi destino:
pues nunca lo perdí del todo
Así como la perla crece en la concha,
así dentro de mí creció dulce la entraña
Si un día te olvido serás sangre de mi sangre,
siempre uno conmigo tú,
la ofrenda de los dioses
Karim Boye
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