Entonces... siempre
Entonces yo metía la soledad en botes
y bajaba rodando por los prados en cuesta
y entendía la muerte como el final de un cuento
y esperaba la lluvia con las botas de goma
y me hacía feliz estrenar las libretas
Entonces ya admiraba qué libres son los pájaros
y no quería ir siempre por los mismos caminos
Aurelio González Ovies
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