Liberarse por el perdón

 


El perdón no es nunca un favor hacia el que nos ha hecho daño, es un acto de liberación que libera al que perdona de la cárcel del mal recibido. Por eso es necesario comprender en profundidad las circunstancias del que ha hecho el mal para poder articular desde la consciencia el gesto interno que lleva a liberarnos y liberar. Y en esa liberación reside la alegría de vivir, porque el dolor de la ofensa o del mal es la coraza que soltamos y la cadena de la que nos liberamos

Àlex Rovira


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