Las grandes virtudes
Es necesario educar en las grandes virtudes: no el ahorro
y sí la generosidad y el desapego hacia el dinero, no la prudencia sino la
valentía, no la astucia sino la franqueza y el amor a la verdad, no la
diplomacia sino el amor al prójimo y la admiración, no desear el éxito sino ser
y saber
A propósito de Natalie Ginzburg en el filme Los exiliados
románticos de Jonás Trueba
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